Flatulencia

¿Qué es la flatulencia?
Casi todo el mundo está familiarizado con la flatulencia (plural: flatulencias). Los gases salen del intestino a través del recto. A menudo la flatulencia está asociada a hinchazón abdominal. Los gases se acumulan y empujan la pared abdominal hacia fuera, haciendo que el abdomen aparezca voluminoso e hinchado. No siempre es posible separar la flatulencia de la hinchazón: ambos son síntomas de una acumulación excesiva de gases en el abdomen y pueden aparecer simultáneamente.
Las personas que constantemente sufren de flatulencia severa suelen sentirse muy solos: dependiendo de la causa, la flora intestinal y la dieta, la flatulencia extrema puede oler muy mal. Que se formen gases en el intestino es normal. Esto no supone ningún problema, ya que una parte de ellos pasa desapercibida. La otra parte entra en la sangre y llega a los pulmones, donde se eliminan al expirar. Como regla general, si los gases intestinales se escapan hasta 24 veces al día –alrededor de una vez por hora– la situación es normal: no se trata de una flatulencia patológica. Sin embargo, si hay demasiados gases, se produce hinchazón abdominal (meteorismo). Los gases pueden salir hacia arriba o hacia abajo, ya sea al eructar por el estómago y el esófago o por la salida intestinal en forma de flatulencia.
En el lenguaje común, la flatulencia suele denominarse «aire en el estómago». La flatulencia se compone esencialmente de cinco gases:
- Nitrógeno (N2)
- Dióxido de carbono (CO2)
- Hidrógeno (H2)
- Metano (CH4)
- Oxígeno (O2)
Estos gases, que constituyen alrededor del 99 % de los gases intestinales, son inodoros. Las flatulencias malolientes se producen, por ejemplo, cuando las bacterias intestinales descomponen las proteínas de los alimentos. Las flatulencias malolientes a veces contienen estos gases:
- Sulfuro de hidrógeno (H2S)
- Amoníaco (NH3)
- Sulfuro de dimetilo
- Metanotiol
- Ácidos grasos volátiles (= gaseosos) (por ejemplo, ácido butírico, ácido propiónico)
Exactamente qué gases intestinales se producen y en qué proporción (en otras palabras, de qué se componen las flatulencias), depende, entre otras cosas, de la composición de la flora intestinal.
Las flatulencias son un problema frecuente: en Alemania, según una investigación, cerca del 13 % de los encuestados afirma haber sufrido flatulencias en los últimos siete días. Aproximadamente uno de cada cinco adultos tiene flatulencias ocasionales, algo especialmente frecuente entre las personas con síndrome del intestino irritable, que afecta a unos 11 millones de personas en Alemania.
No es raro que se produzcan flatulencias de vez en cuando: la dieta y las influencias externas, como el estrés, favorecen la formación ocasional de gases. Normalmente, las molestias desaparecen por sí solas al cabo de un tiempo. Sin embargo, si la flatulencia severa ocurre constantemente, puede ser un indicio de alguna enfermedad. Las flatulencias extremas y malolientes también deben ser analizadas por un médico.
Flatulencia: ¿cuáles son las causas?
¿Qué causa la flatulencia y cómo se produce? La flatulencia se produce cuando se acumulan gases en el abdomen y se escapan por la salida intestinal. La acumulación de gases y la consiguiente flatulencia tienen varias causas:
- Aumento de la ingesta de aire (aerofagia)
- Aumento de la producción de gases en el intestino
- Reducción de la eliminación del gas a través de la sangre
- Alteraciones de los movimientos intestinales
La flatulencia suele estar provocada por alimentos flatulentos: si aparece después de comer, es un indicio de que los síntomas pueden deberse a la ingesta de alimentos flatulentos. Una alergia o intolerancia alimentaria, como la intolerancia a la lactosa, a la fructosa o a la histamina, también se esconde a veces tras las flatulencias que aparecen después de comer. La mente también influye en la actividad intestinal: el estrés y la excitación provocan flatulencias en algunas personas. Otras causas son, por ejemplo:
- Comer en exceso
- Una dieta inusualmente rica en fibra
- Bebidas carbonatadas
- Insuficiente colonización bacteriana del intestino
En las mujeres, el embarazo puede ser una causa de las flatulencias. El síndrome premenstrual (SPM) –síntomas relacionados con el ciclo que comienzan unos días antes de la menstruación– también puede provocar flatulencias. Las causas del SPM todavía no se han establecido con claridad. Sin embargo, es probable que los factores hormonales y psicosociales desempeñen un papel.
Algunas personas tragan aire, por ejemplo, cuando están nerviosas o ansiosas. Los fumadores también tragan aire con más frecuencia. Las personas que comen con prisa también tragan demasiado aire, que llega a los intestinos y se convierte en causa de flatulencias.
Además, algunos problemas intestinales agudos o crónicos (persistentes) se encuentran entre las causas de la flatulencia. La flatulencia crónica casi siempre se debe a una enfermedad intestinal. Una de las más comunes es el síndrome del intestino irritable. Los investigadores consideran cada vez más que una barrera intestinal deteriorada es la causa del síndrome del intestino irritable y de las molestias asociadas, como flatulencias, diarrea y estreñimiento.
Algunas enfermedades intestinales que son posibles causas de flatulencia son, por ejemplo:
- Enfermedad de Crohn
- Colitis ulcerosa
- Enteritis aguda
- Enfermedad celíaca (intolerancia al gluten)
- Enfermedades gastrointestinales agudas, por ejemplo, infecciones gastrointestinales por virus, bacterias, hongos o levaduras, y, menos frecuentemente, parásitos
- Diverticulosis
- Diverticulitis
- Estrechamiento del intestino (estenosis)
- Úlcera duodenal
- Síndrome del intestino corto
- Colon alargado e inusualmente tortuoso
- Deterioro de la motilidad intestinal
- Pérdida del tono muscular del intestino (atonía intestinal)
Las enfermedades de otros órganos abdominales también pueden provocar flatulencia. Por ejemplo:
- Enfermedad por reflujo, también después de una terapia quirúrgica por reflujo (funduplicatura)
- Cálculos biliares (colelitiasis)
- Inflamación persistente de la vesícula biliar (colecistitis crónica)
- Úlcera de estómago
- Producción insuficiente de enzimas digestivas en el páncreas (insuficiencia pancreática exocrina)
- Inflamación crónica del páncreas (pancreatitis)
- Cáncer de ovario (carcinoma de ovario) y otros tumores abdominales
Muchas personas con diabetes mellitus desarrollan daños en los nervios (neuropatías) en el curso de la enfermedad. Esto también puede afectar a los nervios intestinales: la flatulencia es una posible consecuencia. En el caso de una presión sanguínea elevada en la vena porta del hígado (hipertensión portal) y una forma de insuficiencia cardíaca en la que la sangre retrocede hacia las venas del cuerpo (insuficiencia cardíaca derecha), la eliminación de los gases intestinales a través de la sangre se ve alterada, lo que favorece la flatulencia.
Las personas que necesitan una sonda de alimentación también suelen tener flatulencias. Otra causa puede estar en los medicamentos, por ejemplo:
- Antibióticos
- Varios fármacos contra la diabetes
- Antiinflamatorios como el diclofenaco
- Analgésicos potentes (opioides)
- Laxantes
- Píldoras dietéticas
En ocasiones, la flatulencia y la hinchazón se producen sin ninguna causa reconocible o enfermedad orgánica. Los médicos hablan entonces de «flatulencia funcional». Es algo molesto, pero no peligroso.
Flatulencia en bebés
Los bebés suelen sufrir flatulencias y retortijones abdominales (cólicos), sobre todo en los tres primeros meses de vida. No tienen aún el sistema digestivo completamente desarrollado. Durante la lactancia, los gases del bebé también pueden estar causados por los alimentos flatulentos ingeridos por la madre. La propia alimentación del bebé también puede favorecer la flatulencia: si el niño traga demasiado aire cuando se le da el pecho o el biberón, se producen gases. Por lo tanto, hay que enseñar a los padres la técnica correcta de alimentación, por ejemplo, a través de una matrona. Eructar después de comer también evita las flatulencias del bebé.
Flatulencia y síntomas asociados

El exceso de aire en el estómago o en el intestino se manifiesta en forma de flatulencia, pero también de síntomas como el estómago hinchado (meteorismo) y dolor abdominal.
A menudo hay otros síntomas además de la flatulencia, por ejemplo:
- Diarrea
- Estreñimiento
- Ruidos intestinales fuertes, como burbujas o gorgoteos
La hinchazón abdominal y las flatulencias también pueden asociarse al dolor, sobre todo si el aire se queda en el estómago. Cuando los gases intestinales se expulsan a través de la salida intestinal, el dolor suele mejorar.
Abdomen hinchado y otros síntomas
Si el exceso de aire en el abdomen no puede salir, sube hacia arriba y presiona los órganos que están por encima del intestino. La flatulencia puede provocar estos síntomas:
- Eructos
- Sensación de saciedad
- Pérdida de apetito
- Náuseas
Si los problemas intestinales crónicos son la causa de la flatulencia, pueden añadirse los síntomas de la enfermedad subyacente, por ejemplo:
- Pérdida de peso involuntaria
- Falta de vitaminas y minerales
- Vómitos
- Palidez
- Cansancio, fatiga
- Heces grasas (esteatorrea)
Hablar de la flatulencia: diagnosticar las causas es importante
Si la flatulencia se produce constantemente, es importante diagnosticar las causas. La flatulencia suele ser inofensiva y normalmente desaparece por sí sola. Sin embargo, cuando es persistente (crónica) resulta muy molesta y también puede indicar un problema intestinal que debe recibir tratamiento.
La flatulencia sigue siendo un tema tabú que muchas personas ni siquiera mencionan abiertamente a su médico. Sin embargo, es importante hablar de ella para obtener un diagnóstico. Por eso el médico realiza primero algunas preguntas sobre el estilo de vida y los hábitos alimentarios, la medicación, las enfermedades y los síntomas que la acompañan, por ejemplo:
- ¿Cuánto tiempo han durado las flatulencias?
- ¿Cómo es el olor? ¿Tiene flatulencias inodoras o malolientes?
- ¿Tiene alguna otra molestia, por ejemplo, dolor abdominal o ruidos intestinales fuertes?
- ¿Sufre repetidamente de diarrea o estreñimiento, o de ambos a la vez?
- ¿Ha tenido mucho estrés últimamente?
- ¿Ha modificado su dieta?
- ¿Las flatulencias se producen después de haber comido ciertos alimentos, por ejemplo, productos lácteos o cereales?
- ¿Padece alguna enfermedad crónica que pueda estar asociadas a la flatulencia, por ejemplo, la diabetes mellitus?
- ¿Está tomando alguna medicación y, si es así, cuál?
También se examina el abdomen hinchado
A continuación, el médico examina a la persona afectada para diagnosticar la flatulencia. Presta especial atención a si el abdomen está hinchado. También escucha con un estetoscopio para ver si hay aire en el abdomen. A veces se pueden escuchar ruidos intestinales fuertes sin necesidad de un estetoscopio. El médico también puede detectar la presencia de aire en el intestino dando un golpecito en él: el sonido es entonces sordo y hueco. Además, presiona la pared abdominal para ver si está tensa o flácida. Si se sospecha que la causa de la flatulencia es una neoplasia o un estrechamiento del intestino, el diagnóstico incluye también un examen en el que el médico palpa el recto con el dedo (tacto rectal).

Si, tras la exploración física, el médico tiene la impresión de que detrás de la flatulencia hay una enfermedad, se deberán realizar más pruebas que permitan diagnosticar la enfermedad subyacente. Dependiendo de los indicios que el médico haya obtenido de los resultados del examen anterior, estas pruebas pueden ser, por ejemplo:
- Examen de heces, para detectar sangre en las heces
- Análisis de sangre
- Ecografía abdominal
- Prueba de aliento (por ejemplo, con glucosa, fructosa, lactosa)
- Gastroscopia
- Colonoscopia
Las personas que padecen el síndrome del intestino irritable sufren especialmente de flatulencias. En este caso, el diagnóstico suele llevar mucho tiempo, ya que no existe un examen específico que permita determinar esta dolencia. El síndrome del intestino irritable es un diagnóstico de exclusión. Esto significa que el médico lo diagnostica después de haber descartado otras enfermedades que pueden causar síntomas similares.
¿Existe una terapia eficaz para la flatulencia?
La flatulencia suele desaparecer por sí sola, por lo que no siempre es necesario un tratamiento. Las personas que padecen de flatulencia crónica como resultado de problemas intestinales crónicos necesitan tratar la enfermedad subyacente, por ejemplo:
- Dieta baja en lactosa para la intolerancia a la lactosa
- Dieta sin gluten en caso de enfermedad celíaca
- Reducción de la dosis de los medicamentos que provocan flatulencia o, si es posible, sustitución por otros más tolerables
- Tomar enzimas digestivas cuando la función del páncreas es deficiente
- Cirugía para eliminar obstrucciones intestinales
Algunas personas con flatulencia utilizan la homeopatía. Dependiendo de los síntomas exactos, hay diferentes remedios. Si la causa no se debe a ninguna enfermedad grave, se puede probar la homeopatía como remedio para la flatulencia.
Evitar la flatulencia: consejos
Es mejor prevenir la flatulencia que tratarla. Unos cuantos hábitos generales pueden evitar las flatulencias:
- Relájese: el estrés perjudica la digestión y provoca flatulencias en muchas personas. Por lo tanto, evite el estrés constante. Una buena programación y técnicas de relajación pueden ser de mucha ayuda.
- Muévase: el ejercicio regular pone los intestinos en movimiento. Esto reduce la producción de gas. Al mismo tiempo, favorece la expulsión del aire que existente en el vientre, causando menos molestias como la hinchazón o el dolor abdominal. En particular, un «paseo digestivo» después de comer puede evitar las flatulencias.
- Evite el estreñimiento: por ejemplo, haciendo ejercicio, llevando una dieta sana y bebiendo mucho. Sin embargo, se recomienda tener precaución con la fibra: tiene un efecto regulador de las heces, pero en grandes cantidades puede provocar flatulencias inicialmente, hasta que los intestinos se acostumbran a ellas.
- Deje de fumar: esto tiene un efecto positivo que no solo ayuda a aliviar la flatulencia.
Remedios para la flatulencia: examinar las causas
Los medicamentos que ayudan a combatir la flatulencia dependen de la causa que la ha originado. En el caso de la flatulencia aguda, no suele ser necesaria ninguna medicación: los síntomas mejoran por sí solos, por ejemplo, cuando el estrés disminuye o cuando se dejan de consumir alimentos flatulentos. Sin embargo, las personas que sufren constantemente de flatulencias severas suelen buscar ayuda en la medicación.
Los probióticos son remedios que alivian a muchos afectados.
Otros remedios para la flatulencia son los fármacos antiflatulentos con propiedades antiespumantes. Ayudan a que el aire del intestino pase al torrente sanguíneo y de ahí a los pulmones, desde donde se expulsan con la exhalación. Sin embargo, los estudios no han demostrado la eficacia de los comprimidos antiespumantes para el tratamiento de la flatulencia crónica; en este caso, se necesita una terapia que aborde las causas para obtener un éxito duradero.
Si la flatulencia provoca dolor, el médico puede recetar agentes antiespasmódicos (espasmolíticos). Estos remedios no combaten la flatulencia, pero alivian el dolor abdominal y los retortijones. Sin embargo, no se recomienda el uso de espasmolíticos durante periodos de tiempo prolongados, ya que ralentizan los movimientos del intestino y pueden provocar nuevas flatulencias.
Flatulencia: ¿qué hacer? Remedios caseros para la flatulencia
¿Qué ayuda contra la flatulencia? Hay muchos remedios caseros que pueden ayudar. Sin embargo, todos tienen algo en común: alivian las molestias pero no eliminan las causas.
Un conjunto de remedios caseros muy eficaces son los llamados «carminativos». Se trata de remedios a base de hierbas que tienen un efecto antiflatulento, es decir, que ayudan a eliminar los gases.
Un remedio casero especialmente eficaz para la flatulencia son las infusiones. Sobre todo las que contienen:
- Hinojo
- Comino
- Anís
- Menta
Las infusiones contra la flatulencia tienen un efecto digestivo, espasmolítico y carminativo.

Otros remedios caseros a base de hierbas para la flatulencia son:
- Cúrcuma
- Jengibre
- Manzanilla
- Alcachofa
- Raíz de genciana
- Raíz y hierba de diente de león
También se pueden preparar como infusión y beberlas una media hora después de comer.
¿Qué otras cosas ayudan a combatir la flatulencia?
- El aceite de menta evita las flatulencias malolientes y alivia los retortijones al mismo tiempo.
- Un suave masaje abdominal en el sentido de las agujas del reloj relaja el abdomen y favorece la digestión.
- El calor también relaja el estómago y puede evitar las flatulencias dolorosas. Se recomienda especialmente el calor húmedo, por ejemplo, una compresa caliente y húmeda o una bolsa de agua caliente envuelta en un paño húmedo. Un baño caliente también puede ser relajante.
Evitar la flatulencia con una dieta adecuada
No existe una dieta especial para la flatulencia que sirva para todos los casos. Si se es propenso a las flatulencias, se debe llevar una dieta equilibrada y saludable. Los alimentos flatulentos, como las legumbres o la col, solo deben ser parte del menú en pequeñas cantidades.
Un diario de comidas puede ayudar a averiguar si ciertos alimentos están causando molestias.
Algunos consejos dietéticos generales pueden ayudar con la hinchazón abdominal:
- Tómese su tiempo para comer y masticar. Si se come rápidamente, se traga mucho aire en el proceso: el aire almacenado en el estómago provoca flatulencias y distensión abdominal.
- A menudo se toleran mejor las comidas pequeñas más frecuentes que las tres comidas principales grandes, que pueden suponer una gran carga para los intestinos.
- Hable lo menos posible durante la comida: así se evitará tragar demasiado aire y evitará posibles molestias para el estómago.
- Evite las bebidas con gas, que pueden generar aire en los intestinos de las personas sensibles.
- Evite los sustitutos del azúcar, ya que pueden favorecer la flatulencia (sobre todo si se utilizan en exceso).
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