Estreñimiento

¿Qué es el estreñimiento?
El término «estreñimiento» (o «constipación intestinal», por influencia del inglés) se utiliza para referirse a una disminución de la frecuencia de las deposiciones, con heces más duras de lo normal. El estreñimiento suele ser un síntoma de la pereza intestinal: en un intestino perezoso, la materia fecal avanza muy lentamente. En el intestino grueso se absorbe agua de las heces; por lo tanto, cuanto más tiempo permanezcan las heces en él, más seco será el resultado. La consecuencia directa de la pereza intestinal es el estreñimiento.
Aunque, en la mayoría de los casos, el estreñimiento no es peligroso, puede reducir considerablemente la calidad de vida de las personas afectadas. Los médicos distinguen entre estreñimiento agudo y crónico. El estreñimiento agudo es transitorio y suele tener un desencadenante específico: por ejemplo, el estrés o una dieta inusual durante un viaje. En cambio, se habla de estreñimiento crónico cuando dura más de tres meses. Puede estar causado por problemas intestinales crónicos, como el síndrome del colon irritable.
El uso prolongado de medicamentos que pueden provocar estreñimiento (por ejemplo, diuréticos) también puede estar detrás del estreñimiento crónico.
La pereza intestinal y las deposiciones duras son un fenómeno muy generalizado: no hay cifras exactas sobre la incidencia del estreñimiento agudo, pero el estreñimiento es uno de los deterioros del bienestar más frecuentes en España, y casi todas las personas tienen que enfrentarse a él en algún momento de su vida. En Europa, alrededor del 15 % de la población sufre estreñimiento de manera regular (estreñimiento crónico). El estreñimiento persistente es aproximadamente el doble de frecuente en mujeres que en hombres.
Estreñimiento en diferentes etapas de la vida
La incidencia del estreñimiento aumenta con la edad; es un trastorno especialmente frecuente entre los mayores de 65 años. La razón es que estas personas suelen realizar menos actividad física, tomar más medicamentos y tener otras patologías que pueden provocar estreñimiento. Las personas postradas en cama tienen problemas de estreñimiento con especial frecuencia.
También es habitual tener estreñimiento durante el embarazo. Esto se debe, entre otras cosas, a que las hormonas del embarazo relajan los músculos: eso hace que el intestino (un tubo muscular) se vuelva vago y empuje la materia fecal más despacio de lo normal. Además, algunas mujeres embarazadas hacen menos ejercicio del que solían, lo que favorece aún más el estreñimiento durante este periodo.
El estreñimiento se produce incluso entre los niños más pequeños: el estreñimiento en los bebés es un problema muy común, mucho más frecuente que la diarrea, por ejemplo. Los bebés suelen sufrir estreñimiento, sobre todo, durante los tres primeros meses de vida. Eso se debe a que todavía no tienen el sistema digestivo completamente desarrollado.
Estreñimiento: muchas causas posibles
Atendiendo a sus causas, los médicos distinguen tres formas de estreñimiento:
- Estreñimiento de tránsito lento: la pereza intestinal ralentiza el tránsito y hace que las heces se endurezcan.
- Defecación obstructiva: las heces avanzan por el intestino a una velocidad normal, pero la persona afectada tiene dificultades para expulsarlas, por ejemplo, debido a una contracción espástica del esfínter.
- Combinación de estreñimiento por tránsito lento y defecación obstructiva.
La pereza intestinal y el estreñimiento resultante pueden tener varias causas. Se cree que los desencadenantes comunes son los siguientes:
- Dieta baja en fibra
- Insuficiente consumo de líquidos
- Sedentarismo
Sin embargo, hasta ahora no hay pruebas de que estos factores relacionados con el estilo de vida sean realmente la causa subyacente del estreñimiento. Es posible que desempeñen un papel; pero no necesariamente.
Las personas que reprimen el impulso de defecar durante bastante tiempo (por ejemplo, cuando viajan) pueden tener problemas de estreñimiento. En otras personas, el estreñimiento es una reacción frente al estrés. Estas causas suelen ser temporales: las heces duras y los demás síntomas desaparecen tan pronto como deja de existir el desencadenante. Algunas mujeres notan cambios relacionados con el ciclo menstrual en sus hábitos intestinales: las hormonas pueden causar molestias durante la segunda mitad del ciclo. El estreñimiento también puede deberse, por ejemplo, a una carencia de potasio.
El síndrome del colon irritable es una de las causas más frecuentes del estreñimiento. Muchas personas con síndrome del colon irritable sufren estreñimiento de forma recurrente y, en ocasiones, también tienen episodios de estreñimiento alternado con diarrea. La causa podría ser una barrera intestinal dañada: hay estudios que confirman que las personas con síndrome del colon irritable tienen deteriorada la función barrera del intestino. Esto permite que bacterias y patógenos atraviesen la pared intestinal y provoquen inflamaciones microscópicas: el intestino se irrita y aparecen los síntomas típicos del síndrome del colon irritable, como estreñimiento, diarrea, flatulencia, hinchazón y dolor abdominal.
Detrás del estreñimiento puede haber también las siguientes causas:
- Cambios en la alimentación
- Ayuno previo
- Enfermedad diarreica previa
- Consumo excesivo de alimentos astringentes, por ejemplo, chocolate o plátanos
- Entorno o alimentación inusuales, por ejemplo, durante un viaje
Los medicamentos también son una causa habitual del estreñimiento. Por ejemplo, cabe mencionar los siguientes:
- Suplementos de hierro
- Diuréticos
- Analgésicos (sobre todo, opiáceos)
- Relajantes (espasmolíticos)
- Antihistamínicos H2 y antiácidos con calcio para la acidez de estómago
- Diversos antidepresivos
- Antihistamínicos para las alergias
Enfermedades que causan estreñimiento
Además, hay diversas enfermedades que se encuentran entre las posibles causas del estreñimiento. Estas son algunas de ellas:
- Enfermedad celíaca (intolerancia al gluten)
- Enfermedad de Crohn
- Colitis ulcerosa
- Enteritis aguda
- Divertículos en el intestino (diverticulosis) o inflamación de los divertículos (diverticulitis)
- Protrusión del recto (prolapso rectal)
- Hemorroides
- Infecciones febriles
- Trastornos hormonales, por ejemplo, insuficiencia tiroidea (hipotiroidismo) o hiperfunción paratiroidea (hiperparatiroidismo)
- Trastornos de la conducta alimentaria, por ejemplo, anorexia nerviosa
- Enfermedades musculares (miopatías)
- Estrechamiento intestinal (estenosis intestinal)
- Obstrucción intestinal
- Displasia intestinal
- Disfunción del esfínter por la que el esfínter se contrae al apretar en lugar de relajarse (disinergia del suelo pélvico, anismo)
- Disfunción del sistema nervioso intestinal (sistema nervioso entérico), procesamiento incorrecto de los estímulos de las señales nerviosas en el cerebro o comunicación incorrecta entre el sistema nervioso entérico y el cerebro
- Enfermedades que influyen negativamente en la función nerviosa (por ejemplo, diabetes mellitus, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, parálisis por sección transversal de la médula espinal o hernia discal)
- Enfermedad de Hirschsprung (enfermedad congénita rara caracterizada por la falta en el intestino grueso de las células nerviosas encargadas de la motilidad intestinal)
- Mucoviscidosis (enfermedad metabólica hereditaria)
- Pólipos intestinales
- Cáncer intestinal
A menudo, el estreñimiento aparece después de una operación quirúrgica. En este caso hay varios factores que favorecen el endurecimiento de las heces:
- Antes y después de una operación, la persona afectada debe guardar reposo; la falta de ejercicio también hace que el intestino se vuelva perezoso.
- La anestesia puede provocar estreñimiento después de una operación.
- Aunque no es muy común, a veces los nervios intestinales responsables de la motilidad intestinal resultan dañados o seccionados durante una operación en la cavidad abdominal o en la cavidad pélvica.
Estreñimiento en niños
El estreñimiento es muy común entre niños y bebés. Los desencadenantes pueden ser los mismos que para los adultos. Además, el estreñimiento infantil tiene algunas causas específicas, por ejemplo, las siguientes:
- Cambio de alimentación de la leche materna a la leche de continuación o la alimentación complementaria
- Variaciones en el ritmo circadiano
- Represión del impulso de defecar por escoceduras en el culito
- «Estreñimiento de aprendizaje» durante el proceso de control de esfínteres
- Síndrome de rechazo al retrete (el niño utiliza el inodoro para orinar, pero no para defecar)
Estreñimiento: síntomas y complicaciones

Los síntomas típicos del estreñimiento son las heces duras y grumosas o la ausencia de deposiciones durante períodos prolongados. Otros síntomas característicos del estreñimiento son los siguientes:
- Menos de tres deposiciones a la semana
- Necesidad de un mayor esfuerzo defecatorio para vaciar el intestino
- Sensación de evacuación incompleta
- Heces de poco volumen
No hay nada malo en pasar un par de días sin ganas de ir al baño siempre y cuando eso no cause ninguna molestia y las heces tengan una forma normal. No todo el mundo necesita evacuar con la misma frecuencia: el ritmo varía de una persona a otra. Mientras que algunas personas hacen hasta tres deposiciones al día, para otras es completamente normal no ir al baño ni una sola vez durante varios días.
Las heces demasiado duras pueden causar molestias importantes, sobre todo, si la situación se alarga. Los efectos negativos sobre la calidad de vida que provoca un estreñimiento persistente (crónico) son equiparables a los de otras enfermedades crónicas como el reflujo esofágico, la hipertensión arterial o la depresión.
Las deposiciones duras típicas del estreñimiento pueden provocar otros síntomas, por ejemplo:
- Dolor abdominal
- Flatulencia
- Hinchazón abdominal
- Sensación de opresión en el abdomen
- Sensación de saciedad
- Pérdida de apetito
Las heces duras irritan el ano y pueden llegar a provocar pequeños desgarros en la zona anal que son muy dolorosos. La presencia de sangre en las heces también es un posible síntoma del estreñimiento. En función de la causa del estreñimiento, a veces aparecen otras molestias que no son directamente atribuibles al estreñimiento, por ejemplo, pérdida de peso involuntaria o fiebre.
Si no hay ninguna deposición durante un periodo de tiempo prolongado o si el estreñimiento va acompañado de síntomas tales como retortijones abdominales, náuseas o vómitos, las personas afectadas deben consultar urgentemente a un médico para aclarar las causas. Cuando las heces se acumulan en el intestino grueso, los médicos hablan de «retención fecal». Si la imposibilidad de evacuar y la retención fecal son fruto, por ejemplo, de una obstrucción intestinal, será preciso tomar medidas de inmediato: una obstrucción intestinal sin tratar entraña un riesgo potencialmente mortal.
La retención fecal es una posible complicación grave del estreñimiento persistente (crónico). A medida que las heces se acumulan en el intestino grueso, se compactan cada vez más. Esto hace que el intestino grueso se dilate (los médicos hablan entonces de «megacolon»). Cuando existe retención fecal, las heces pueden llegar a compactarse hasta tal punto que resulta imposible vaciar el intestino con normalidad. La retención fecal puede dar lugar a otras consecuencias graves del estreñimiento crónico: por ejemplo, las bacterias del interior del intestino pueden atravesar la barrera intestinal, penetrar en el peritoneo y provocar una inflamación (peritonitis por contigüidad). Los microorganismos también pueden pasar al torrente sanguíneo y provocar síntomas de intoxicación (estercoremia). La retención fecal es especialmente frecuente en personas postradas en cama.
Diagnóstico del estreñimiento: identificación de las causas
Por lo general, no hay motivo para preocuparse si una persona sufre estreñimiento o evacua heces duras de forma ocasional. Los laxantes naturales y otros remedios caseros para el estreñimiento suelen servir de ayuda. Sin embargo, si el estreñimiento persiste y provoca molestias a largo plazo, hay que ir al médico para identificar las causas.
Como los hábitos intestinales varían de una persona a otra es difícil determinar el momento a partir del cual puede hablarse de estreñimiento; no obstante, los médicos están de acuerdo en considerar que existe estreñimiento crónico cuando la persona afectada va al baño menos de tres veces por semana de forma continuada. Ahora bien, el simple diagnóstico del estreñimiento no sirve de mucho si no se identifican las causas.
Para determinar la causa del estreñimiento es preciso realizar varias pruebas. Lo primero que hace el médico es plantear algunas preguntas a la persona afectada, por ejemplo, las siguientes:
- ¿Con qué frecuencia suele ir al baño?
- ¿Desde cuándo son duras sus heces o desde cuándo no va al baño?
- ¿De qué color son las deposiciones?
- ¿La evacuación es dolorosa?
- ¿Después de ir al baño, tiene la sensación de que el intestino no se ha vaciado del todo?
- ¿Tiene otras molestias aparte del estreñimiento, por ejemplo, dolor abdominal o flatulencia?
- ¿Ha observado sangre en las heces?
- ¿Tiene episodios alternos de deposiciones duras y diarrea?
- ¿Ha perdido peso sin proponérselo últimamente?
- ¿Hace ejercicio de forma regular? ¿Practica algún deporte?
- ¿Cuánto líquido bebe al día?
- ¿Está sometido a mucho estrés últimamente o se han producido cambios importantes en su vida?
- ¿Toma medicamentos con regularidad?
- ¿Tiene alguna enfermedad que pueda provocar estreñimiento (por ejemplo, diabetes mellitus, hipotiroidismo o celiaquía)?
En muchos casos, las respuestas a estas preguntas permiten sospechar cuáles son las causas posibles. Por ejemplo, si hay otros síntomas como dolor abdominal o flatulencia, o si se alternan episodios de estreñimiento y diarrea, es posible que estas molestias se deban al síndrome del colon irritable.
Durante la exploración que realizará después, el médico examinará el ano y comprobará la tensión del esfínter con el dedo.
Otras pruebas en caso de estreñimiento

¿A partir de qué momento son necesarias más pruebas en caso de estreñimiento? Eso dependerá de las sospechas del médico en relación con los desencadenantes. Si no existe ningún indicio de que el estreñimiento se deba a una enfermedad, no será necesario realizar más exámenes. En este caso, el médico recomendará medidas que ayuden a aliviar el estreñimiento. Solo habrá que realizar más exámenes si la persona afectada sigue teniendo molestias al cabo de cuatro semanas. Estas son algunas de las pruebas que pueden ayudar a determinar si el estreñimiento está causado por una enfermedad:
- Llevar un registro de deposiciones (en el que se anotan varios datos, por ejemplo, la fecha y la hora de la deposición, el color y la consistencia de las heces y las posibles molestias)
- Análisis de sangre, por ejemplo, valores tiroideos y aporte de nutrientes
- Análisis de heces, por ejemplo, para detectar sangre oculta
- Medición de la presión en el ano y el recto (manometría)
- Medición del tiempo de vaciamiento gástrico y de la duración del tránsito intestinal superior, por ejemplo, a través de determinadas pruebas de aliento
- Pruebas de evacuación (por ejemplo, prueba de expulsión del balón intrarrectal: el médico introduce un pequeño balón lleno de agua en el recto y la persona afectada tiene que expulsarlo)
- Representación gráfica de la evacuación (defecografía) a través de una radiografía o una tomografía por resonancia magnética (MRI)
- Ecografía del abdomen o la glándula tiroidea (si se sospecha la existencia de un trastorno de la glándula tiroidea o de las glándulas paratiroideas)
- En mujeres: exploración ginecológica
- Colonoscopia
En caso de estreñimiento persistente puede resultar útil realizar una colonoscopia para completar el diagnóstico cuando existen determinadas señales de alarma que pueden ser indicativas de pólipos intestinales o cáncer intestinal. Estas son algunas de esas señales de alarma:
- Sangrado
- Anemia
- Pérdida de peso inexplicable (al menos el 10 % del peso original)
- Desnutrición
- El hecho de que la persona afectada o un familiar cercano hayan tenido ya una neoplasia (tumor) benigna o maligna en el estómago o el intestino
- Ganglios linfáticos agrandados
Estreñimiento: ¿qué hacer? Tratamiento
¿Qué ayuda a combatir el estreñimiento? Hay algunas pautas básicas relacionadas con el estilo de vida que ayudan a combatir el estreñimiento o a prevenirlo de cara al futuro:
- Hacer ejercicio de forma regular. Practicando algún deporte o simplemente saliendo a pasear se activa el intestino y se combate la pereza intestinal.
- La gimnasia también estimula el intestino; sobre todo, los ejercicios que fortalecen la musculatura abdominal. Durante los ejercicios es muy importante no contener la respiración, sino respirar profundamente y de manera consciente. La presión que se genera en la cavidad abdominal actúa como un masaje para el estreñimiento.
- Beber suficientelíquido. Los nutricionistas recomiendan beber entre 1,5 y 2 litros al día. Las bebidas idóneas son el agua y las infusiones de hierbas sin azúcar.
- Evitar aguantar durante mucho tiempo el deseo de defecar.
- Relajarse de forma activa y aliviar el estrés con medidas específicas. El yoga, el entrenamiento autógeno y otras técnicas de relajación pueden resultar útiles. Tomar un baño caliente o salir a pasear también pueden ejercer un efecto relajante al final de un día duro.
- Planificar siempre un espacio de tiempo suficiente para ir al baño después de comer. Muchas personas tienden a hacer un cálculo demasiado ajustado del tiempo, sobre todo, por las mañanas, que es justo cuando el intestino está especialmente activo.
Muchas personas intentan remediar el estreñimiento con métodos terapéuticos alternativos. Algunos de ellos pueden resultar útiles para combatir el estreñimiento y merece la pena probarlos. Existen estudios que demuestran que ciertas mezclas de hierbas utilizadas en la medicina tradicional china/asiática alivian las molestias en algunas personas. Un masaje abdominal también puede servir de ayuda para reducir la dureza de las heces. Se trata de una buena opción complementaria al tratamiento, sobre todo, si el estreñimiento es crónico. El masaje puede ser realizado por el propio afectado o por otra persona. Realizar un masaje abdominal para el estreñimiento es muy fácil (preferiblemente, la persona afectada debe estar tumbada): se colocan las manos en la parte inferior derecha del abdomen y se deslizan hacia arriba trazando un arco circular; al llegar a la parte superior izquierda, se deslizan de nuevo hacia abajo. Los masajes abdominales sirven, sobre todo, para aliviar las molestias que siente la persona afectada por el estreñimiento.
También está científicamente demostrada la eficacia de los probióticos para combatir el estreñimiento crónico. Muchas personas también recurren a la homeopatía para combatir el estreñimiento. No hay nada que objetar, siempre que al afectado le dé buenos resultados. Por ahora no hay evidencias que demuestren que la acupuntura funciona contra el estreñimiento.
¿Qué otras cosas ayudan a combatir el estreñimiento?
Llevar una dieta sana y rica en fibra es un factor muy importante. Encontrará más información sobre esto en el apartado «¿Qué comer cuando uno está estreñido?». Las demás medidas dependerán de la causa que ha originado el estreñimiento. Si se debe a un problema de evacuación (es decir, a la imposibilidad de expulsar las heces), en muchos casos la solución puede ser un enema. Para referirse a un enema evacuante pueden utilizarse otros términos, por ejemplo, «lavativa», «irrigación intestinal» o «clister». El enema consiste en introducir un líquido en el intestino a través del ano. De todos modos, los enemas evacuantes no deben utilizarse de forma continuada.
Los supositorios son una alternativa a los enemas evacuantes. Cuando ni los enemas ni los supositorios funcionan para remediar el estreñimiento, es posible que la persona afectada sufra de defecación obstructiva por una alteración anatómica en el intestino. En estos casos, a veces es puede ser aconsejable la cirugía. Para los problemas de evacuación provocados por una disfunción del suelo pélvico, las técnicas de biorregulación son una posibilidad terapéutica. A través de estas técnicas, la persona afectada practica la relajación activa del esfínter. Existen diversas opciones para el entrenamiento de biorregulación, pero todas tienen algo en común: la introducción de una sonda en el recto para medir la tensión muscular. La persona afectada puede ver una representación gráfica de la tensión muscular en una pantalla y observar cómo cambia cuando contrae y relaja conscientemente la musculatura. De este modo, aprende a identificar la sensación que se nota cuando el esfínter está relajado y puede practicar los ejercicios de contracción y relajación y, después, ponerlos en práctica en el inodoro.
Si el estreñimiento no se debe a ningún problema de evacuación, hay varios medicamentos que pueden ayudar a combatirlo (si es necesario, en combinación con un enema).
Medicamentos para el estreñimiento (laxantes)
¿Cómo hacer frente al estreñimiento cuando ninguno de los trucos y consejos sirve de ayuda? En las farmacias se pueden comprar diversos laxantes sin receta médica. Los fármacos contra el estreñimiento tienen distintos efectos y están disponibles en varias formas de presentación, por ejemplo, en comprimidos, en polvo o en gotas. La forma de administración determina la rapidez con la que actúan. Los laxantes actúan de diferentes maneras, por ejemplo...
- ...estimulando los movimientos intestinales.
- ...impidiendo la absorción del agua de las heces.
- ...atrayendo agua al intestino.
En caso de estreñimiento, los laxantes pueden...
- ...aumentar la frecuencia de las deposiciones.
- ...mejorar la consistencia de las heces (ablandando las heces duras).
- ...aliviar las molestias asociadas, como el dolor abdominal y los retortijones. Sin embargo, algunos laxantes también pueden intensificar los retortijones al estimular la motilidad intestinal.
Existen diversas sustancias activas con efecto purgante, entre ellas, algunos azúcares y glicitoles especiales, como la lactulosa, el lactitol y el sorbitol. Si la persona afectada no tolera un principio activo o no consigue el resultado esperado, puede cambiar a otro laxante que tenga un principio activo distinto.
Siempre que se utilizan laxantes debe respetarse estrictamente la pauta posológica: si se toman en exceso, pueden provocar diarrea. Si utilizando un solo remedio contra el estreñimiento no se consigue el resultado deseado, es posible combinar varios laxantes. Cuando no es posible remediar el estreñimiento de ningún otro modo, puede resultar útil recurrir a los laxantes cada dos o tres días, por ejemplo. No obstante, nadie debería tomar laxantes sin consultar antes a un médico.
Aparte de los laxantes, también hay fármacos que estimulan la motilidad gastrointestinal. Son los denominados «procinéticos». Estos medicamentos están sujetos a prescripción médica.
Como ya se ha dicho, para el estreñimiento también se pueden utilizar supositorios. Mientras que los laxantes pueden resultar útiles, sobre todo, para combatir el estreñimiento crónico, los supositorios sirven de ayuda para el estreñimiento agudo. Los supositorios actúan directamente en el recto. Hay distintos tipos de supositorios para el estreñimiento:
- Supositorios de glicerina: la glicerina actúa como un lubricante y, por tanto, facilita la expulsión de las heces.
- Supositorios de CO2: contienen ciertos compuestos químicos que liberan dióxido de carbono (CO2) en el intestino, lo que estimula la actividad intestinal.
Remedios caseros para el estreñimiento

Hay diversos remedios caseros eficaces para combatir el estreñimiento. Ahora bien, no todos son igual de efectivos para todas las personas. Por eso, a veces hay que probar primero un poco hasta dar con el remedio casero adecuado para combatir el estreñimiento. Ningún remedio casero es perjudicial siempre que se utilice correctamente.
Los laxantes naturales son un remedio casero de eficacia probada para combatir el estreñimiento. ¿Qué alimentos tienen un efecto laxante?
- Las semillas de chía son superalimentos que también pueden funcionar como remedio casero para el estreñimiento.
- El chucrut y el jugo de chucrut actúan como laxantes naturales por el ácido láctico que contienen. No obstante, las coles suelen provocar flatulencia en personas sensibles.
- Los productos a base de leche fermentada, por ejemplo, el yogur, la cuajada o el kéfir, también contienen ácido láctico, que tiene un ligero efecto laxante y estimula la motilidad intestinal.
- Las ciruelas pasas, los higos secos y otras frutas deshidratadas humedecidas contienen mucha fibra, que tiene un efecto beneficioso sobre la digestión. Están deliciosas en el muesli del desayuno, por ejemplo.
- Las ciruelas también son laxantes naturales, tanto frescas como desecadas (ciruelas pasas). El zumo de ciruelas (pasas) también ayuda. ¿A qué se debe el efecto laxante de las ciruelas? A la fibra que contienen.
- Los kiwis y las manzanas influyen de forma positiva sobre la actividad intestinal por su alto contenido en fibra.
- El zumo de piña, pera y otras frutas también se puede utilizar como laxante natural; funciona especialmente bien si se toma por la mañana en ayunas.
- El agua mineral rica en sulfatos (al menos 1200 mg/l) estimula la actividad intestinal y puede tener un efecto laxante.
- La linaza, pero es importante asegurarse al mismo tiempo de que la ingesta de líquidos sea suficiente para que los agentes hidrófilos puedan hincharse y no ejercer el efecto contrario y empeorar el estreñimiento.
- El salvado (por ejemplo, el salvado de trigo o el salvado de avena) también es rico en fibra y, por tanto, se hincha en el intestino (siempre que se tome bastante cantidad de líquido).
La lactosa y el jarabe de lactulosa también ayudan a combatir el estreñimiento. Tomando una o dos cucharadas soperas disueltas en un vaso de agua se consigue que las heces retengan más agua, lo que evita su endurecimiento. Es posible encontrar lactosa y jarabe de lactulosa para el estreñimiento en farmacias y parafarmacias. Pero hay que tener cuidado porque algunas personas son intolerantes a la lactosa. En personas con intolerancia a la lactosa, la lactosa provoca molestias tales como dolor abdominal, flatulencia y diarrea, por lo que no es conveniente utilizarla como laxante natural. El jarabe de lactulosa también contiene lactosa y, por tanto, no es una solución alternativa para personas con intolerancia a la lactosa.
Otro remedio casero popular para el estreñimiento es el aceite de ricino. Sirve para estimular la motilidad intestinal. El aceite de ricino se obtiene del aceite de una planta llamada Ricinus communis (también conocida como ricino, castor, tártago o higuerrilla), que crece naturalmente en zonas tropicales. En el intestino, las enzimas del páncreas y los ácidos biliares descomponen el aceite de ricino en ácido ricinoleico y glicerina. El ácido ricinoleico estimula la actividad intestinal; la glicerina ablanda las heces. De todos modos, en el caso de las mujeres embarazadas, el aceite de ricino no es un remedio casero adecuado para el estreñimiento ya que no solo estimula la actividad intestinal, sino también las contracciones uterinas.
Otros remedios caseros para el estreñimiento:
- Un masaje abdominal de derecha a izquierda en movimientos circulares alivia el dolor abdominal y otras molestias.
- También ayuda incluir la actividad física en la rutina diaria. Vale todo: correr, nadar o simplemente dar un paseo. Si una persona está en movimiento, su intestino también.
- Beber un vaso de agua tibia todas las mañanas antes del desayuno estimula la actividad intestinal.
- Tomar una cucharada sopera de aceite de oliva todas las mañanas en ayunas facilita la evacuación de las heces por su efecto lubricante.
- Las bolsas de agua caliente y los saquitos térmicos de semillas relajan el intestino y alivian el dolor abdominal y la flatulencia.
¿Qué comer cuando uno está estreñido?

La alimentación es un factor decisivo para combatir el estreñimiento. Es la primera palanca que se puede accionar para aliviar las molestias. Hay varios alimentos que sirven de ayuda frente al estreñimiento. Su eficacia se debe, sobre todo, a su contenido en fibra alimentaria. La fibra puede solucionar los problemas de estreñimiento. La más útil es la fibra soluble (por ejemplo, la de la linaza o la del psyllium). Las personas con síndrome del colon irritable también toleran mejor las fibras solubles que las insolubles. La fibra se hincha en el intestino y aumenta el volumen de las heces. Esto hace que la materia fecal avance más rápidamente, con lo que el intestino grueso absorbe menos agua de las heces. Como resultado, las heces se mantienen blandas y es más fácil expulsarlas. Por este motivo, los nutricionistas recomiendan tomar al menos 30 gramos de fibra al día. Sin embargo, a muchas personas les cuesta alcanzar esta cantidad aunque, en realidad, basta con incluir determinados alimentos en la dieta para conseguirlo. Estos son algunos ejemplos de alimentos ricos en fibra que pueden ayudar a combatir el estreñimiento:
- Cereales integrales y productos derivados, por ejemplo, pan integral, pasta integral o arroz integral (prácticamente todos los productos a base de cereales tienen una variante integral)
- Legumbres, por ejemplo, lentejas, garbanzos, judías, guisantes o soja
- Patatas
- Zanahorias
- Hinojo
- Coles, por ejemplo, coliflor, brócoli, col rizada o col de Bruselas
- Frutas deshidratadas
- Bayas
- Frutos secos y semillas, por ejemplo, linaza, almendras, semillas de amapola o nueces de Macadamia
Importante: las personas que comen mucha fibra deben beber bastante cantidad de líquido. De lo contrario, la fibra no podrá hincharse y cabe incluso la posibilidad de que el estreñimiento empeore. Además, no es recomendable pasar demasiado rápido de una dieta baja en fibra a una dieta muy alta en fibra. Hasta que el intestino se acostumbre al cambio de alimentación, la fibra puede provocar flatulencia, sensación de saciedad, dolor abdominal y retortijones. Para el intestino es mucho más tolerable ir incorporando a la dieta cada vez más alimentos ricos en fibra de forma gradual.
No solo es importante plantearse QUÉ comer, sino también CÓMO comer:
- Tómese tiempo para comer y evite el estrés y las prisas.
- Procure no leer o ver la televisión mientras come.
- Mastique bien: la digestión comienza en la boca.
- Coma a intervalos regulares para que la actividad intestinal no se detenga. Pero no pierda de vista la ingesta calórica total.
- A algunas personas les ayuda tomar cinco raciones más pequeñas en lugar de hacer tres comidas principales.
Referencias
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