Dolor abdominal y retortijones

¿Qué son el dolor abdominal y los retortijones?
Todos hemos sufrido alguna vez de dolor abdominal (o dolor de estómago) o hemos tenido retortijones en esta zona. Muchas veces, el dolor desaparece en poco tiempo. Sin embargo, hay personas que sufren de un dolor abdominal duradero (crónico). Las causas del dolor abdominal son muy diversas; la mayoría son relativamente inofensivas. Sin embargo, también es posible que algunas enfermedades graves se manifiesten a través de este dolor. Por lo tanto, cualquier persona que tenga un dolor abdominal constante debería siempre intentar identificar su causa.
El dolor abdominal puede clasificarse según...
- ...la duración del dolor.
- …la percepción del dolor (intensidad, características).
- ...la zona afectada por el dolor (localización).
- …si el dolor se limita a una región o se extiende hacia otras zonas (irradiación del dolor).
Según la duración del dolor abdominal, los médicos lo clasifican de la siguiente forma:
- agudo: dolor abdominal repentino que remite al poco tiempo
- crónico: dolor abdominal más o menos intenso que persiste durante varias semanas
- crónico recurrente: dolor intermitente (se alternan fases de dolor y periodos sin síntomas)
El dolor abdominal agudo que comienza de forma repentina es relativamente frecuente, por ejemplo, debido a una infección gastrointestinal o a episodios de estrés. En cambio, el dolor abdominal crónico persistente es bastante raro. El dolor abdominal crónico recurrente es mucho más frecuente. Es típico, por ejemplo, del síndrome del intestino irritable o de las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino, como la enfermedad de Crohn.
El dolor abdominal puede percibirse de formas muy diferentes; por ejemplo:
- dolor sordo
- presión
- ardor
- tirantez
- retortijones
- dolor punzante
- dolor pulsante
Puede afectar a distintas regiones, limitarse a zonas concretas del abdomen o irradiarse a otras partes del organismo, como la espalda, los brazos o las piernas. A menudo, es fácil circunscribir (localizar) el dolor abdominal a una zona específica, por ejemplo:

Dolor en la parte superior derecha del abdomen
Un dolor que afecta a la parte superior derecha del abdomen puede ser un indicio de las siguientes enfermedades:
- Cálculos biliares (colelitiasis)
- Cólico biliar
- Inflamación de la vesícula biliar
- Inflamación del hígado (hepatitis)
Sin embargo, también hay casos en los que no es posible determinar exactamente qué zona del abdomen es la que realmente duele: los médicos lo llaman dolor abdominal difuso. La localización del dolor puede dar pistas sobre las causas de las molestias y el médico la tiene en cuenta para el diagnóstico (encontrará más información al respecto en el apartado sobre el diagnóstico).
El dolor abdominal y los retortijones pueden manifestarse de formas muy diferentes, por ejemplo:
- dolor abdominal persistente de moderado a moderadamente grave
- dolor abdominal que comienza de forma muy intensa y luego remite
- dolor abdominal ondulante que alterna de grave a leve
- dolor abdominal intenso al principio, que luego remite y se intensifica de nuevo tras una breve «pausa» del dolor
El dolor en forma de retortijones es lo que los médicos llaman «cólico» (plural: cólicos). El cólico se produce cuando los órganos abdominales huecos se contraen de forma espasmódica, por ejemplo:
- el estómago
- el intestino
- la vesícula biliar
- el páncreas
Los retortijones que se intensifican y debilitan a modo de contracciones son denominados por los médicos «cólicos intestinales». En realidad, los músculos del tubo digestivo son los encargados de hacer avanzar los alimentos. Para ello, se tensan en forma de ondas. Estos movimientos musculares se denominan «peristaltismo intestinal». Sin embargo, diversas causas pueden provocar retortijones en los músculos de los órganos digestivos y provocar un cólico intestinal. Los retortijones o cólicos abdominales deben ser consultados con un médico.
Dolor abdominal y retortijones: ¿cuáles son sus causas?

El dolor abdominal y los retortijones pueden deberse a diferentes causas. A menudo no hay desencadenantes orgánicos: en muchos casos, los dolores abdominales están causados por trastornos funcionales (molestias sin causa orgánica) o factores psicológicos.
El estrés, la ansiedad y la ira pueden afectar al estómago y provocar dolor abdominal. Así que, muchas veces, la expresión «eso hace que me duela el estómago» hay que tomársela literalmente. En el abdomen hay numerosas células nerviosas: es el sistema nervioso entérico, conocido popularmente como «cerebro abdominal». La función principal del sistema nervioso entérico es controlar la actividad digestiva. Sin embargo, las investigaciones más recientes demuestran que el cerebro abdominal es muy sensible a los estímulos emocionales, que pueden «atacar literalmente al estómago».
Además de los factores psicológicos, la alimentación también puede influir. El dolor abdominal después de las comidas indica una relación con la dieta. Comer demasiado rápido, tomar alimentos muy grasos o muy dulces, y raciones demasiado copiosas son posibles causas de dolor abdominal. Los problemas digestivos (dispepsia), por ejemplo, debidos a una dieta baja en fibra o a una ingesta insuficiente de líquidos, también pueden causar dolor abdominal y retortijones. Otras causas de dolor abdominal después de las comidas pueden ser las intolerancias alimentarias (por ejemplo, a la lactosa o a la fructosa). La enfermedad celíaca (intolerancia al gluten) también provoca a veces dolor abdominal. Un dolor abdominal muy intenso después de comer, posiblemente en combinación con otros síntomas como náuseas, vómitos, diarrea o sudoración, puede ser un indicio de intoxicación alimentaria (por ejemplo, por setas o por pescado). También las alergias alimentarias se encuentran entre las posibles causas del dolor abdominal, aunque en este caso son más comunes otros síntomas, como las erupciones cutáneas.
Detrás de un dolor abdominal recurrente se esconde a menudo el síndrome del colon irritable. Está muy extendido y afecta hasta al 20 % de la población. Sus causas todavía no se han establecido con claridad. Sin embargo, los resultados de las investigaciones muestran que existe una relación entre el colon irritable y una barrera intestinal en mal estado.
El dolor abdominal puede tener causas orgánicas
En ocasiones, los dolores abdominales y los retortijones pueden estar causados por una enfermedad de los órganos abdominales. Pero, ¿a qué órganos nos referimos? El abdomen incluye toda la zona que se encuentra entre los arcos costales inferiores y la ingle y en su interior hay muchos órganos:
- Estómago
- Intestino
- Bazo
- Hígado
- Vesícula biliar y conductos biliares
- Páncreas
- Riñones
- Vejiga
En las mujeres, el útero y los ovarios también se encuentran en esta zona, y en los hombres, la próstata. Además, el corazón y los pulmones se encuentran en las inmediaciones de la cavidad abdominal o sobresalen parcialmente de ella.
Todos estos órganos pueden presentar problemas. Por lo tanto, estas son algunas de las posibles causas del dolor abdominal:
Estómago
- Enfermedad por reflujo
- Inflamación de la mucosa gástrica (gastritis)
- Úlcera gástrica
- Cáncer de estómago
Intestino
- Diverticulosis, diverticulitis
- Inflamaciones intestinales agudas, por ejemplo, apendicitis
- Enteropatías inflamatorias crónicas, por ejemplo, enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa
- Úlcera duodenal
- Estrechamiento intestinal (estenosis intestinal)
- Invaginación intestinal
- Obstrucción intestinal (íleo)
- Perforación intestinal
- Trastornos circulatorios del intestino, por ejemplo, debido a la oclusión de los vasos sanguíneos que lo irrigan (infarto intestinal, isquemia mesentérica).
- Cáncer intestinal
Hígado y vesícula biliar
- Cálculos biliares (colelitiasis), cólico biliar
- Inflamación de la vesícula biliar (colecistitis)
- Agrandamiento del hígado (hepatomegalia)
- Hígado graso (esteatosis hepática)
- Inflamación del hígado (hepatitis)
- Cirrosis hepática (enfermedad en la que se produce una cicatrización del hígado: el tejido hepático retrocede y es sustituido por tejido conectivo. Esto hace que el hígado pierda gradualmente su función, y en casos severos conduce a la insuficiencia hepática)
- Cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular)
Bazo
- Agrandamiento del bazo debido, por ejemplo, a la mononucleosis infecciosa (enfermedad viral)
- Ruptura del bazo (rotura esplénica)
- Trastornos circulatorios del bazo (infarto esplénico)
Páncreas
- Pancreatitis (inflamación del páncreas)
- Neoplasias benignas o malignas del páncreas (quistes pancreáticos, cáncer de páncreas)
Riñones y tracto urinario
- Infecciones del tracto urinario, por ejemplo, cistitis (infección de la vejiga)
- Cálculos renales (nefrolitiasis), cólico renal
- Inflamación de la pelvis renal (pielonefritis)
Otras posibles causas de dolor abdominal
- Enfermedades gastrointestinales infecciosas, como infecciones bacterianas, víricas o parasitarias, o enfermedades fúngicas (micosis)
- Distensión del estómago o de los intestinos por acumulación de gases
- Irritación del peritoneo, inflamación del peritoneo (peritonitis)
- Pleuresía, pleuritis (inflamación de la pleura)
- Hernias, por ejemplo, hernia inguinal o hernia diafragmática
- Neoplasias del diafragma
- Sangrado dentro de la cavidad abdominal, por ejemplo, tras un accidente

El abdomen agudo es un cuadro de síntomas que incluye dolor abdominal intenso y una pared abdominal dura. Puede tener diversas causas y a veces supone un riesgo mortal. El dolor abdominal intenso y la dureza del estómago son, por tanto, señales de alarma que indican una emergencia.
En las mujeres, los dolores abdominales y los retortijones pueden tener causas ginecológicas, por ejemplo:
- Dolor menstrual
- Dolor de mitad de ciclo (aparición repentina y de corta duración del dolor abdominal que sienten algunas mujeres hacia la mitad del ciclo)
- Embarazo: especialmente al principio del embarazo, cuando el útero y los tejidos circundantes comienzan a distendirse
- Embarazo en el que el embrión está fuera del útero (embarazo extrauterino), por ejemplo, embarazo ectópico
- Endometriosis (presencia de tejido endometrial fuera del útero; el tejido mucoso se asienta en otros órganos, como los ovarios, y está sujeto al mismo ciclo hormonal que la mucosa del interior del útero)
- Inflamación de los ovarios (anexitis)
- Inflamación uterina o cervical
- Quistes en los ovarios (quistes ováricos)
- Cáncer en los órganos genitales internos, por ejemplo, cáncer de ovario (carcinoma ovárico)
En los hombres, las posibles causas incluyen problemas con la glándula prostática, como la prostatitis o la torsión testicular. Las enfermedades graves no relacionadas con los órganos abdominales, por ejemplo, del sistema cardiovascular y de la sangre, también son posibles causas de dolor abdominal, por ejemplo:
- Enfermedad coronaria (enfermedad con arterias coronarias estrechas)
- Infarto: especialmente el dolor repentino en la parte superior del abdomen o el dolor en el pecho que se extiende hacia el abdomen pueden indicar problemas cardíacos; sobre todo en las mujeres, el dolor en la parte superior del abdomen es a veces el primer síntoma de un infarto
- Pericarditis (inflamación del periocardio)
- Un abultamiento de la arteria principal del abdomen (aneurisma de la aorta abdominal) puede causar un dolor abdominal pulsante
- Las porfirias (enfermedades en las que se altera la producción de ciertos componentes de la sangre) provocan crisis de dolor abdominal semejante a los retortijones (cólicos)
- Neumonía (pulmonía)
- Embolia pulmonar (obstrucción de uno o varios vasos sanguíneos que irrigan los pulmones)
- Atelectasia pulmonar (neumotórax)
- La cetoacidosis diabética, una complicación grave de la diabetes mellitus que constituye una emergencia médica
- Trastornos genéticos del metabolismo de las grasas (hiperlipidemia familiar)
- Lupus eritematoso (enfermedad inflamatoria autoinmune que se manifiesta principalmente a través de cambios en la piel)
- Trombosis (oclusión) de las venas pélvicas
Además, hay medicamentos que pueden irritar el estómago o causar problemas digestivos, provocando dolor abdominal. Entre ellos se encuentran numerosos analgésicos.
Dolor abdominal y otros síntomas
Los dolores abdominales y los retortijones son síntomas de problemas físicos o psicológicos. Pueden aparecer en diferentes partes del abdomen, dependiendo de las causas, lo que facilita el diagnóstico (véase la sección sobre el diagnóstico):
- Dolor en toda la parte superior del abdomen
- Dolor en la parte superior izquierda del abdomen
- Dolor en la parte superior derecha del abdomen
- Dolor en toda la parte inferior del abdomen
- Dolor en la parte inferior izquierda del abdomen
- Dolor en la parte superior derecha del abdomen
- Dolor en la región umbilical
- Dolor en los flancos (lateral), por ejemplo, dolor abdominal en el lado derecho o izquierdo
Dependiendo de la causa del dolor abdominal, puede mejorar o empeorar con el movimiento y los cambios de posición del cuerpo, por ejemplo, al sentarse, acostarse, ponerse de pie o caminar.
El dolor abdominal se acompaña a veces de otros síntomas. Además del dolor en la parte superior del abdomen, suelen aparecer, por ejemplo, los siguientes síntomas:
- Sensación de saciedad
- Acidez de estómago
- Ruidos o gorgoteos en el estómago
- Náuseas
- Retortijones en el estómago
- Mareos
- Vómitos, posiblemente sanguinolentos o con una coloración negra (semejante a los posos del café, lo que indica la presencia de sangre coagulada)
- Presión en la parte superior del abdomen
- Dolor al respirar
Por otro lado, el dolor en la parte inferior del abdomen se asocia a veces con estos síntomas:
- Diarrea, posiblemente sanguinolenta o viscosa
- Estreñimiento
- Aumento de los ruidos intestinales
- Disminución o ausencia de ruidos intestinales
- Flatulencia
- Hinchazón
- Retención de gases (abdomen distendido sin alivio de las flatulencias)
- Dolor en la ingle
- Ardor al orinar
- Micción frecuente
- Retención de orina
- Sangre en la orina
Los síntomas que pueden presentarse tanto con el dolor abdominal superior como con el inferior son, por ejemplo:
- Palidez
- Cansancio, fatiga
- Pérdida de peso
- Sensibilidad al tacto en el abdomen
- Aumento de la sudoración
- Dolor de espalda
- Sangre en las heces: la sangre o restos de sangre de color claro indican una hemorragia en el intestino, mientras que la sangre oscura o negra (heces alquitranadas) indica una hemorragia en el estómago
- Escalofríos, fiebre
- Coloración amarilla de la piel, las mucosas y los ojos (ictericia)
- Decoloración de las heces, por ejemplo, color blanco, gris o amarillo
Con los retortijones abdominales (de estómago o intestinales), la pared abdominal suele estar tensa y dura.
Si el dolor abdominal se debe a la acumulación de gas en el estómago o los intestinos, también pueden aparecer síntomas similares a los de un infarto. Los médicos lo resumen como el «síndrome de Roemheld». Estos son algunos ejemplos de los síntomas:
- Presión en la parte superior del abdomen
- Dificultad para respirar, falta de aliento
- Dolor en el pecho
- Sensación de presión en el pecho
- Pinchazos en el corazón
- Palpitaciones
El dolor abdominal como síntoma de una emergencia

El dolor abdominal puede ser un signo de una enfermedad grave que debe ser tratada inmediatamente por un médico. Los indicios de situaciones de emergencia son, por ejemplo:
- Aparición repentina de un dolor abdominal muy intenso, tanto si el dolor está localizado en la parte superior del abdomen como en la parte inferior
- Dolor abdominal que aparece repentinamente y empeora de manera acelerada
- Deterioro rápido del estado general
- Fiebre alta
- Dificultad para respirar
- Dolor que se extiende hacia el brazo (izquierdo)
- Dolor en el pecho
- Problemas circulatorios, por ejemplo, mareos
- Confusión
- Alteración del nivel de conciencia
Si los signos indican que el dolor abdominal está relacionado con una urgencia médica, ¡llame a inmediatamente al 112!
Dolor abdominal: el diagnóstico de la causa es crucial
Con el dolor abdominal, es importante llegar al fondo del problema. Por lo tanto, es necesario realizar una evaluación detallada, especialmente si las molestias persisten. Para diagnosticar la causa del dolor abdominal, el médico realiza primero una historia clínica (anamnesis). Para ello, hará varias preguntas:
- ¿Cuándo empezaron los retortijones o el dolor abdominal?
- ¿Dónde le duele exactamente y de qué tipo es el dolor?
- ¿El dolor abdominal se produce de forma constante o es intermitente?
- ¿El dolor abdominal está relacionado con los alimentos que ha consumido antes?
- ¿Ha cambiado su dieta recientemente? Si es así, ¿por qué lo ha hecho?
- ¿El dolor abdominal mejora o empeora con el movimiento?
- ¿Ha perdido peso sin causa aparente?
- ¿Está tomando algún medicamento que pueda causar problemas gastrointestinales?
- ¿Le han diagnosticado alguna enfermedad que pueda causar dolor abdominal, por ejemplo, una enfermedad inflamatoria intestinal?
- ¿Han cambiado sus hábitos intestinales (por ejemplo, diarrea, estreñimiento)?
- ¿Sus heces tienen un aspecto diferente al habitual, por ejemplo, presentan un color blanco, amarillo, gris o negro?
- ¿Tiene más estrés últimamente? ¿Han cambiado sus circunstancias o su forma de vida?
- ¿Ha estado fuera recientemente?
- ¿Consume alcohol regularmente?
- Para las mujeres: ¿el dolor abdominal se produce en función del período menstrual, por ejemplo, en la mitad del ciclo, poco antes o durante la menstruación?
- Para las mujeres: ¿cuándo fue su última menstruación? ¿Podría estar embarazada o ha dado a luz recientemente?
La intensidad del dolor abdominal es muy subjetiva: lo que para una persona es un dolor insoportable, otros lo describirían como un dolor moderado. Por ello, los médicos suelen utilizar una escala de dolor para evaluar su intensidad. En estas escalas, la persona afectada asigna al dolor una puntuación comprendida entre 1 y 10:
- 1 significa dolor leve
- 10 es el máximo dolor imaginable (dolor absolutamente insoportable)
- 5 representa un dolor por encima del cual el paciente tomaría analgésicos

La localización del dolor puede dar una pista para el diagnóstico del dolor abdominal. Por ello, el médico divide el abdomen en cuatro zonas (cuadrantes):
- parte superior izquierda (1)
- parte superior derecha (2)
- parte inferior izquierda (3)
- parte inferior derecha (4)
Además, se presta atención a la región umbilical (5) y a las zonas laterales (flancos; 6) para hacer el diagnóstico en caso de dolor abdominal.
El dolor en la parte superior del abdomen indica una enfermedad de los órganos abdominales superiores, como el estómago, el páncreas o el hígado. Las enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio o la neumonía, también pueden manifestarse a través de dolor en la parte superior abdominal. El dolor en la parte inferior del abdomen, en cambio, suele indicar problemas intestinales o enfermedades del aparato urinario (como la vejiga) o de los órganos genitales internos.
Dolor en la parte superior del abdomen (en la zona media o en toda la zona)
- Estómago irritable (dispepsia funcional)
- Enfermedad por reflujo
- Esofagitis (inflamación del esófago)
- Úlcera gástrica
- Inflamación de la mucosa gástrica (gastritis)
- Cáncer de estómago
- Enfermedades o alteraciones del diafragma
- Aneurisma de aorta abdominal (abultamiento de la aorta en el abdomen)
Dolor en la parte superior izquierda del abdomen (parcialmente también en el centro)
- Inflamación del páncreas (pancreatitis): el dolor suele envolver la parte superior del abdomen como un cinturón
- Úlcera duodenal
- Cambios en el bazo (esplenomegalia, rotura esplénica)
Dolor en la parte superior derecha del abdomen
- Cálculos biliares (colelitiasis)
- Cólico biliar
- Inflamación de la vesícula biliar (colecistitis)
- Inflamación del hígado (hepatitis)
- Cirrosis hepática (pérdida de la función del hígado debido a la cicatrización)
Dolor en la parte inferior del abdomen
- Colon irritable
- Colitis ulcerosa
- Enfermedad de Crohn
- Hernia
- Cálculos renales, cólicos renales
- Inflamación de los ovarios : dolor en la parte inferior izquierda o derecha del abdomen
- Embarazo ectópico o tubárico
Dolor en la parte inferior derecha del abdomen
- Apendicitis: el dolor empieza en la parte superior del abdomen o en la región umbilical
- Enfermedad de Crohn
Dolor en la parte inferior izquierda del abdomen
- Diverticulitis
Dolor en toda la zona abdominal
- Colon irritable
- Infecciones gastrointestinales
- Obstrucción intestinal
La localización del dolor puede ayudar a acotar las causas subyacentes del dolor abdominal, pero por lo general no es posible hacer un diagnóstico exacto de esta manera. Es difícil encontrar una enfermedad que se manifieste por un solo sitio característico de dolor. Además, el dolor también puede irradiarse a otras partes del organismo que no tienen nada que ver con el lugar donde se originó. Por eso, la entrevista médico-paciente va seguida de una exploración física. El médico examina el abdomen según las cuatro zonas (cuadrantes):
- Inspección: el médico observa el abdomen y se fija en si parece hinchado o tiene lesiones o cicatrices visibles externamente. También examina la ingle para ver si hay hinchazón.
- Auscultación: el médico escucha los ruidos intestinales con el estetoscopio. Para ello, coloca el estetoscopio en la parte superior e inferior del abdomen derecho e izquierdo respectivamente. Es normal que los movimientos del intestino produzcan ruidos, pero esto puede verse alterado en caso de problemas digestivos. Si no se escucha ningún sonido intestinal, ¡es un signo de emergencia médica!
- Percusión: al golpear suavemente el abdomen, el médico escucha si se han acumulado gases o líquidos en él.
- Palpación: Al palpar, el médico presiona el abdomen y valora la pared abdominal, que puede estar, por ejemplo, elástica («vientre de goma»), endurecida, tensa (reacción de defensa abdominal) o blanda. Signos como el dolor al presionar o liberar la pared abdominal también pueden dar al médico pistas sobre las causas del dolor abdominal. Además, el médico palpa los ganglios linfáticos agrandados.
Si el médico sospecha que un cambio en el recto es el responsable de los síntomas, lo palpará con el dedo (tacto rectal). A menudo se necesitan exámenes adicionales para diagnosticar la causa del dolor abdominal. Los procedimientos del examen dependerán de los posibles desencadenantes. Por ejemplo:

- Análisis de sangre
- Análisis de heces
- Análisis de orina
- Prueba de alergia alimentaria
- Ecografía
- Prueba de aliento
- Examen radiológico
- Tomografía computarizada (TC)
- Resonancia magnética (MRI)
- Gastroscopia
- Colonoscopia
- Laparoscopia
- Endoscopia de las vías biliares, la vesícula biliar y el conducto pancreático (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica - CPRE)
- Electrocardiografía
- Visualización de los vasos sanguíneos (angiografía)
- Examen ginecológico o urológico realizado por el médico especialista.
¿Qué es útil para el dolor abdominal?
La mayoría de los enfermos que presentan dolor abdominal se preguntan: ¿qué puedo hacer para aliviar el dolor? La respuesta no es fácil, porque el tratamiento del dolor abdominal depende en gran medida de su causa.
Los dolores y retortijones abdominales suelen ser molestos pero inofensivos. Desaparecen por sí solos al poco tiempo (por ejemplo, si la causa es una comida rica en grasas o una infección gastrointestinal). En estos casos, los remedios caseros pueden ayudar. Si padece una gripe estomacal, es conveniente que se tome las cosas con calma.
Es importante recalcar que, a veces, es posible aliviar los síntomas del dolor abdominal, pero no eliminar la causa. Algunas personas intentan tratar el dolor abdominal mediante la homeopatía. Existen varios remedios homeopáticos para aliviar el dolor abdominal, los retortijones y los síntomas asociados, como las náuseas, la hinchazón o las flatulencias. Sin embargo, no se debe automedicar un dolor abdominal intenso sin consultar al médico, ya que puede ser indicio de una enfermedad grave o incluso de una urgencia médica.
A veces se necesita una intervención quirúrgica para el dolor abdominal, por ejemplo en caso de obstrucción intestinal, perforación intestinal o apendicitis.
También existen opciones no farmacológicas para tratar el dolor abdominal. Métodos de relajación como el yoga, el entrenamiento autógeno o la relajación muscular progresiva de Jacobson, así como otras medidas orientadas a reducir el estrés, pueden aliviar el dolor abdominal, especialmente si no obedece a causas físicas.
Además, un estilo de vida saludable es generalmente beneficioso:
- ejercicio regular
- alimentación sana
- eliminación de los «venenos», como el alcohol y la nicotina
Remedios para el dolor abdominal (en función de las causas)
Los remedios para el dolor abdominal y los retortijones deben adaptarse con precisión a las causas subyacentes. Los medicamentos pueden ayudar en algunas situaciones que causan dolor abdominal. En caso de dolor en la parte superior del abdomen causado por reflujo, el médico prescribe, por ejemplo, inhibidores de la bomba de protones. El dolor en la parte inferior del abdomen causado por enfermedades inflamatorias crónicas del intestino, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, suele mejorar con preparados de cortisona.
Otros remedios para el dolor abdominal y los retortijones, pero que solo alivian los síntomas, son, por ejemplo:
- analgésicos para el dolor abdominal (en forma de supositorios, gotas o comprimidos)
- medicamentos antiespasmódicos para el dolor abdominal (espasmolíticos)
- agentes relajantes para los músculos del intestino (relajantes musculares)
Remedios caseros para el dolor abdominal
En la mayoría de los casos, el dolor abdominal no requiere tratamiento. Sin embargo, son muy pocas las personas que están dispuestas a soportar el dolor abdominal y los retortijones. ¿Qué se puede hacer para aliviar el dolor abdominal? Los remedios caseros a veces sirven de ayuda. A menudo alivian las molestias.
Un remedio casero probado para el dolor abdominal es el calor. Relaja y destensa el estómago. El remedio más típico es la bolsa de agua caliente. Una alternativa son las almohadas de hueso de cereza o de trigo. Un baño caliente también puede ayudar; algunos productos que se añaden al agua, como la lavanda o la melisa, tienen un efecto estabilizador adicional. Un antiguo remedio casero para el dolor de estómago son las cataplasmas de patata. Para ello, se envuelven las patatas calientes en un paño de cocina, se machacan y se colocan sobre el estómago. Las patatas almacenan el calor y lo liberan gradualmente al cuerpo. ¡Pero cuidado con las quemaduras! Asegúrese de que las patatas no estén demasiado calientes y no las coloque directamente sobre la piel.
Otro remedio casero tradicional para el dolor abdominal y los retortijones es el té. Algunos tipos de té tienen un efecto digestivo estimulante, antiespasmódico y/o antiflatulento. El té contra el dolor abdominal es, por tanto, un remedio casero de eficacia probada que, además, es agradable de tomar. Entre los tés y mezclas de té recomendados se encuentran:
- Menta
- Manzanilla
- Semillas de alcaravea
- Semillas de hinojo
- Frutos de anís
A menudo, se pueden comprar tés con propiedades digestivas ya preparados, fácilmente reconocibles por nombres como «té digestivo», «InfuDigest» o similares.
Otros remedios caseros para el dolor abdominal son:
- Pan seco para el dolor de la parte superior del abdomen asociado a la acidez
- Jengibre rallado o en forma de té, ayuda a combatir las molestias digestivas
- Realizar un suave masaje abdominal en el sentido de las agujas del reloj
No es un remedio casero para el dolor de estómago, pero sí es eficaz: el ejercicio ayuda si una comida demasiado copiosa o rica en grasas provoca malestar. Un pequeño paseo estimula la digestión.
¿Qué comer para el dolor abdominal?
El dolor abdominal suele ir asociado a una pérdida del apetito. Sin embargo, es importante comer con regularidad para proporcionar al organismo la energía y los nutrientes que necesita. Los alimentos que causan molestias o aumentan el dolor abdominal, como es lógico, no deben consumirse. Las personas que presentan intolerancia a la lactosa, por ejemplo, deben limitar el consumo de productos lácteos; la cantidad de lactosa que pueden tolerar los enfermos varía mucho de una persona a otra. Si no se puede evitar el consumo de alimentos que contienen lactosa, los comprimidos de lactasa pueden hacerlos más digeribles y evitar los dolores de estómago. En cambio, si el médico ha diagnosticado enfermedad celíaca, es necesario seguir una dieta estrictamente sin gluten de por vida. Un diario de alimentos puede ayudar a detectar las intolerancias.

Una dieta ligera y saludable también es útil para el dolor abdominal. La sopa de zanahoria o la avena son buenos ejemplos. Algunos consejos adicionales sobre la dieta pueden ayudar controlar el dolor abdominal y no agravar las molestias:
- Evite las porciones demasiado grandes: normalmente se toleran mejor 5 porciones pequeñas que 3 grandes. Si reparte sus comidas regularmente a lo largo del día, también evitará los picoteos y la hipoglucemia.
- Tómese su tiempo a la hora de comer. Si toma la comida con demasiada rapidez, se introduce más aire; las consecuencias pueden ser flatulencias o un vientre hinchado con el consiguiente dolor abdominal.
- Mastique a conciencia: así la comida estará perfectamente preparada para la digestión y será menos pesada para el tracto digestivo.
- No cene demasiado tarde. Picotear antes de irse a la cama suele resultar pesado para el estómago.
- Los alimentos muy grasos, como los fritos, los productos lácteos enteros o los embutidos, permanecen en el estómago durante mucho tiempo porque la grasa retrasa el vaciado gástrico y, por tanto, la digestión posterior. Esta es la razón de que los alimentos grasos favorezcan el dolor abdominal.
- Los alimentos picantes o ácidos tensan el estómago y pueden provocar dolor en la parte superior del abdomen.
- Beba al menos 1,5 litros de líquido al día, preferiblemente agua o tés de hierbas sin azúcar. En personas sensibles, el ácido carbónico provoca problemas estomacales, flatulencia o hinchazón: el agua sin gas o el agua del grifo son alternativas que se toleran mejor. En caso de diarrea, hay que beber bastante más para compensar la pérdida de líquidos.
- El alcohol, el café y los refrescos con alto contenido de azúcar no son recomendables para el dolor abdominal. El té (té negro, té verde) también causa problemas a algunas personas si se toma en grandes cantidades.
En principio, lo más adecuado es tomar una dieta rica en fibra. En combinación con un aporte adecuado de líquidos, la fibra estimula la actividad intestinal y favorece la digestión. Esto previene el dolor abdominal. Sin embargo, si se produce un dolor abdominal agudo, por ejemplo debido a una diverticulitis, se aconseja tomar temporalmente una dieta baja en fibra para no someter al aparato digestivo a un esfuerzo adicional. Los alimentos que provocan flatulencia también son posibles desencadenantes del dolor abdominal, por lo que deben evitarse, al menos temporalmente.
La dieta que se puede seguir para el dolor abdominal varía de una persona a otra. Lo que ayuda en este sentido es probar y equivocarse; llevar un diario de alimentos podría ser muy útil.
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